Los docentes, especialistas o no, siempre debemos estar preparados para todo. Recuerdo que en una oportunidad tuve que dar clases de Ciencias Sociales además de mi cátedra de Lenguaje. Trabajaba como docente guía con 4to grado y lamentablemente me descubrí sin muchas de ser maestra de historia, así que pensé en mí cuando tenía esa edad a ver qué se me ocurría para hacerles más atractivo los temas que en definitiva no fueron interesantes para mí por el acercamiento que tuve con ellos.
Pensé en fusionar el área de sociales con el de lenguaje. Las «Poéricas», como las bautizaron mis alumnos, o que es lo mismo, poesías históricas, surgieron cuando en una clase, como estrategia mnemotécnica, empezamos a hacer rimas para recordar nombres y fechas. Al llegar a casa y planificar mi siguiente clase, quise escribir un poema (inspirándome en el estilo de Aquiles Nazoa) sobre el llamado Descubrimiento de América. Investigué un poco más de lo que ya sabía y poco a poco fue surgiendo el texto.
Aquella clase fue memorable. Nos divertimos un montón con la historia porque luego de leerla la dramatizamos, de hecho luego hicimos una obra de teatro. Mis alumnos terminaron escribiendo sus propias «Poéricas» sobre diversos temas y mi aprendizaje fue enorme, no solo sobre las Ciencias Sociales, sino sobre pedagogía.
Aquí te dejo la «Poérica» sobre el 12 de octubre. Mis estudiantes la titularon: El error de Colón.
Ésta es la historia
del 12 de octubre,
sí… sí, el 12 de octubre,
del viaje que haría
Cristóbal Colón.
La historia es enredada,
presten mucha atención,
porque este pobre hombre
puso mente y corazón
en un viaje donde daría
casi todo un vueltón.
Don Cristóforo Colombo
– así se llamaba Colón –
nació en Génova, Italia
¿Quién sabe si era llorón?
Lo cierto es que de grande
muchos viajes quiso hacer
pero por sus locas ideas
casi nadie creyó en él.
Un día los árabes,
por ansias de poder,
invadieron muchas ciudades
sin siquiera conocer.
Impidieron el comercio
por la vía hacia las Indias
¡Qué locura! ¡Quién diría
que algo así podría pasar!
Agarró sus cachachás
y patitas pa’ qué te tengo
se fue hasta Portugal y dijo:
¡La Tierra es redonda como un huevo!
La reina, con educación,
se acercó al iluso Colón
y claramente preguntó:
¿Con este problemón
y tú hablando tonterías?
Con todo respeto reina mía
– así le dijo Colón –
Si le digo todo esto
es porque encontré la solución.
¿Y por qué la solución?
– preguntó ansiosa la reina –
Si la Tierra es redonda,
la vuelta podremos dar,
si nos vamos por Occidente
otro camino podré encontrar.
¡Por favor, Señor Colón!
¿usted nos cree tontos?
Váyase de aquí
porque si no, no respondo.
Así llegó a España
y el mismo cuento les echó,
pero la reina le dijo:
¡Estoy en guerra! ¡Ahora no!
Colón decepcionado
intentó con los franceses
y al igual que en Portugal
a su idea se negaron
así se fue a Inglaterra
pero también lo rechazaron.
Después de algunos años
España lo llamó
para financiar su viaje,
por Occidente, ¡sí señor!
En tres carabelas él partiría,
las tres se llamaban
La Pinta, La Niña
y La Santa María.
Meses y meses pasaron
y Colón nunca tierra vio.
Sus tripulantes se molestaron
de tanto viajar y viajar,
hasta que Rodrigo de Triana
Tierra logró divisar.
¡Llegamos a Las Indias!
– eso creía Colón –
pero cuando vio los habitantes
casi casi se desmayó
¡Esto no parece Las Indias!
¡Hasta dónde he llegado!
Y mirando cuidadosamente dijo:
¡Tierra nueva he encontrado!
Colón estaba en América,
en la isla de Guanahaní,
finalmente llegó allí
desde la penísula ibérica.
Fue un 12 de octubre de 1492
y Colón ya se sentía
como todo un descubridor.
Emocionado se fue a España
a contárselo a la reina
y ella dijo molesta
y sin pepitas en la lengua:
¡No me vengas con tu cuento,
yo te envié a Las Indias!
¿Ahora yo cómo quedo?
¿No me ha escuchado?
– replicó con energía –
¡Tierra nueva he encontrado,
es toda tuya, reina mía!
La reina anonadada
seriamente contestó:
Nuevos viajes realizarás,
eso te ordeno que hagas
pero esta vez quiero que traigas
varias pruebas de verdad.
Colón viajó nuevamente
y pruebas a la reina llevó,
hasta que en su tercer viaje,
a Venezuela encontró.
Era el 3 de agosto de 1498.
A cualquier parte que mirara,
encontraba un paisaje hermoso.
No hablemos de descubrimiento,
hablemos de relación,
porque el 12 de octubre de 1492,
Colón no descubrió América,
con nuestros indígenas se relacionó.
Digamos encuentro de dos mundos,
hablemos de intercambio de cultura,
que Colón llegara a nuestras costas
siguiendo equivocados rumbos
a pesar de muchas cosas
y lo que tristemente dejó la historia,
hoy somos el nuevo mundo
repleto de cosas maravillosas.
En mis 47 años de docencia nunca vi nada tan genial! Te felicito!
Milagros, en mis 47 años de docencia no habia tecnicas tan motivadoras como las que planteas
Te felicito!
Gracias por esas palabras, tío. Un besito.